La Revelación General 1 | Charles Ryrie | Teología Básica.

CURSO: TEOLOGÍA BÍBLICA

Sección 2: El Dios Vivo y Verdadero.

Históricamente, las dos vías por las cuales Dios ha iniciado la revelación de Sí mismo se han denominado revelación general y revelación especial. La revelación general comprende todo lo que Dios ha revelado en el mundo que nos rodea, aun al hombre; mientras que la revelación especial incluye los varios medios que Él usó para comunicar Su mensaje en lo que fue codificado en la Biblia. 

Algunas veces la revelación general es denominada “teología natural” y la revelación especial, “teología revelada”. Pero, por supuesto, lo que es revelado en la naturaleza también es teología revelada. Algunos escritores usan la clasificación de prelapsaria (antes de la caída) para la revelación general y postlapsaria o soterica (de la salvación) para la revelación especial. Pero ambas, la revelación general y la especial son de Dios y tocante a Dios.

En este capítulo discutiremos mayormente la revelación general, dejando otros aspectos de la doctrina de la revelación para la Sección III (cuando hablemos de la Biblia inspirada por Dios). La revelación general provee evidencias de la existencia de Dios. La especial, por otro lado, da por sentada Su existencia.

Capítulo 5: La Revelación General (1).

I. LAS CARACTERÍSTICAS DE LA REVELACIÓN NATURAL.

La revelación general es exactamente eso — general. 

  • Es general en su alcance; es decir, ella alcanza a todas las personas (Mt.5:45; Hch.14:17) 
  • Es general en su geografía; es decir abarca la tierra entera (Salmo 19:2). 
  • Es general en su metodología; es decir, emplea medios universales como el calor del sol (Sal.19:4–6) y la conciencia humana (Romanos 2:14–15). 

Simplemente porque es una revelación que así afecta a todas las personas dondequiera que estén y dondequiera que hayan vivido, ella puede traer luz y verdad a todos; o, si se rechaza, trae condenación.

II. LAS VÍAS DE LA REVELACIÓN GENERAL

La revelación general llega al hombre en varias maneras.

A. Por medio de la creación.

1. AFIRMACIÓN. Simplemente afirmada, esta línea de argumentación (el argumento cosmológico para la existencia de Dios) señala que el universo que nos rodea es un efecto, lo cual implica una causa adecuada.

2. PRESUPOSICIONES. Esta línea de argumentación depende de tres presuposiciones: (a) cada efecto tiene una causa; (b) el efecto causado depende de la causa para su existencia; y (c) la naturaleza no se puede originar por sí misma.

3. DESARROLLO. Si algo existe ahora (el cosmos), entonces o llegó a ser de la nada o se originó de algo que tiene que ser eterno. Lo eterno, en la segunda opción, pudiera ser o el cosmos mismo que fuera eterno, o el azar como principio eterno, o Dios el Ser eterno.

  • Decir que el universo se originó de la nada significaría que fue autocreado. Esto es una contradicción lógica, porque para que algo sea autocreado tiene que existir y no existir a la vez en la misma manera. Además, la autocreación nunca se ha demostrado ni se ha observado científicamente. Una variación del punto de vista que mantiene la eternidad de la materia es la Teoría del Estado Constante, la cual sugiere que la materia es constantemente creada cerca del centro del universo y destruida en el perímetro exterior del espacio. Pero, no hay evidencia para respaldar esta teoría, y si fuese cierta, violaría la ley de conservación de masa y energía.

  • ¿No se aplica la ley de causa y efecto a Dios también? ¿No es Él también un efecto que requirió una causa? La respuesta es no, porque Dios no es un efecto (un efecto es algo que requiere una causa) porque El es eterno.

  • Si el cosmos no se generó a sí mismo, entonces tiene que existir algo eterno que lo causó. Una opción es que el proceso cósmico mismo es eterno, opción que apenas se mantiene. Más bien, casi todos mantienen que el universo tuvo un principio, aparte del tiempo que haya pasado desde entonces.

  • Otra opción es que existiera un principio eterno de azar o de inteligencia ciega. Creer esta opción requiere una gran cantidad de fe. Puede demostrarse matemáticamente que lo que vemos hoy en el universo no pudo haberse producido fortuitamente. Pero aun si hubiera podido producir las moléculas y los átomos, la “materia” del universo, ¿podría tal principio no viviente haber producido los aspectos psíquicos y espirituales de la vida?

  • La tercera opción es la teísta; es decir, que el Ser eterno que hizo el universo es Dios. Esto no significa que el universo revela todos los detalles del carácter de este Ser eterno, pero sí que existe un Ser viviente, poderoso, e inteligente que creó al universo. Viviente, porque lo que no tiene vida no puede producir vida. Poderoso, por razón de la misma naturaleza de lo que fue formado. Inteligente, por razón del orden y el arreglo del cosmos, cosas que el azar no pudiera haber generado.

4. LA ESCRITURA: Dos pasajes clave de la Escritura enseñan que la creación es una vía de revelación.

A. Salmo 19:1–6. En este salmo David escribió de: 

  • La naturaleza continua de la revelación por medio de la creación (vv. 1–2). Los verbos expresan acción continua, indicando que los cielos, la expansión, el día, y la noche continuamente hablan de la gloria de Dios. 

  • Él también escribió que el centro o la esfera de esta revelación es el universo: los cielos y la tierra (v. 4). 

  • En carácter esta revelación es muy clara aunque no es verbal (v. 3).

  • Su alcance llega a todos los lugares y a toda persona (vv. 4–6). Ella cubre la tierra entera y cada persona la puede conocer. La mayor parte de las personas pueden ver el sol y el ciclo del día y la noche, pero aun las personas ciegas pueden sentir el calor del sol (v. 6). Esta revelación debe generar preguntas en la mente de las personas. ¿De dónde viene este calor? ¿Quién hizo el sol?

  • También el contenido de esta revelación lleva en sí dos aspectos. Nos dice algo acerca de la gloria de Dios y la grandeza de Dios.

B. Romanos 1:18–32. En este pasaje clave el énfasis está en la revelación de la ira de Dios porque la humanidad rechaza lo que se puede conocer de Él por la vía de la creación.

  • La revelación de Su ira (v. 18). La ira de Dios se revela contra todos los que suprimen la verdad y practican la impiedad. Los aspectos particulares de cómo Su ira se revela se enumeran en los versículos 24–32.

  • Las razones para Su ira (vv. 19–23). Las razones son dos: se puede conocer algo acerca de Dios, pero en vez de recibir esta verdad, las personas rechazaron la revelación y, por cierto, la pervirtieron. “Las cosas hechas” (v. 20), el cosmos, claramente revela (y lo ha hecho desde el principio de la creación) el poder de Dios y Su naturaleza divina. En otras palabras, toda la humanidad debe de conocer por observar al universo que le rodea que existe un Ser supremo. Pero en lugar de ello la humanidad rechaza esa verdad y hace ídolos sobre los cuales ella es suprema.

  • El resultado de Su ira (vv. 23–32). Porque la humanidad rechazó la revelación general, Dios la entregó (vv. 24, 26, 28). Algunos creen que esto significa una entrega permisiva de las personas para que ellos sufran las consecuencias retributivas de su pecado. Pero el verbo está en la voz activa en los versículos 24, 26 y 28. Otros toman este verbo en un sentido privativo; es decir, que Dios privó al hombre de Su obra de la gracia común. Aun otros sienten que esto es un acto positivo y judicial de parte de Dios de entregar a las personas al juicio. Esto incluye el sentido privativo pero es más activo que el punto de vista permisivo. Al mismo tiempo las personas son responsables por sus acciones pecaminosas (Efesios 4:19 usa el mismo verbo). El hombre es justamente condenado porque no recibe lo que Dios le dice acerca de Sí mismo por medio de la creación.

ARGUMENTO COSMOLÓGICO: Norman Geisler ha hecho una nueva exposición del argumento cosmológico en la siguiente forma (Philosophy of Religion, pp. 190–208).

  1. Algun(os) ser(es) limitado(s) y cambiante(s) existe(n). El negar esto requiere una negación hecha por un ser existente, así que se derrota por sí misma.
  2. La existencia presente de cada ser cambiante y limitado es causada por otro. La potencialidad para la existencia solamente puede ser realizada por una existencia más allá de ella.
  3. No puede existir un retroceso infinito de causas de ser.
  4. Por lo tanto, hay una primera Causa de la existencia presente de estos seres.
  5. Esta primera Causa tiene que ser infinita, necesaria, eterna, simple, inalterable y única.
  6. Al comparar el Ser que esta línea de argumentación respalda, con el Dios de las Escrituras, llegamos a la conclusión de que son idénticos.

Continuaremos hablando de la revelación general en la siguiente lección.

TEOLOGÍA BÁSICA: Sección 2 El Dios Vivo y Verdadero Ryrie, C. C. (2003). Teología básica (pp. 12–15). Miami: Editorial Unilit.

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