DEVOCIONAL: Impartiendo dignidad | Números 27:18–20 (LBLA) | Christopher Shaw


"Y el Señor dijo a Moisés: Toma a Josué, hijo de Nun, hombre en quien está el Espíritu, y pon tu mano sobre él; y haz que se ponga delante del sacerdote Eleazar, y delante de toda la congregación, e impártele autoridad a la vista de ellos. Y pondrás sobre él parte de tu dignidad a fin de que le obedezca toda la congregación de los hijos de Israel". Números 27:18–20 (LBLA)

¡Qué difícil es para un líder joven reemplazar a un veterano del ministerio! Esto es especialmente cierto cuando la persona que se está retirando posee una profunda trayectoria espiritual y goza de muy alta estima entre el pueblo a quien él ha ministrado. Ellos harán sus comparaciones entre los dos líderes e inevitablemente saldrá perdiendo el líder más joven. Pocos recordarán que el líder maduro también fue joven alguna vez, cometiendo sus propios desaciertos y, en ocasiones, confundiendo el camino a seguir.

La etapa de transición entre los dos líderes es crucial para la continuidad del proyecto ministerial. En este caso, Moisés había llevado al pueblo hasta las puertas de la tierra prometida. Su misión estaba cumplida. Josué, el sucesor designado por Dios, tenía por delante una compleja asignatura: guiar a un pueblo con poca experiencia de guerra en la dura tarea de desalojar a los habitantes de Canaán, para tomar posesión de la heredad de Jacob.

Es en la etapa de transición cuando el pueblo puede desanimarse o rebelarse con facilidad, porque todo cambio produce inseguridad y necesita una mano firme que guíe sus pasos. 

. ¡Qué tremenda manifestación del cuidado de Dios vemos en las instrucciones precisas que le da a Moisés! No llama al líder a desaparecer. Hay una ceremonia pública en la cual se traspasa el mando de una generación a la otra.

Como todo el pueblo debía estar presente le confirió a la ceremonia un peso que no hubiera tenido si se hubiera realizado en privado. El pueblo debía ser testigo del respaldo que Moisés le daba a Josué y saber que este nuevo líder surgía con su pleno apoyo. Note, además, el énfasis en la imposición de manos. Este es un rito que tiene poco significado para nosotros, pero estaba cargado de sentido para los israelitas. Jacob bendijo a sus nietos con la imposición de manos (Gn 48.14); la gente imponía manos sobre los blasfemos para transferir a ellos la culpa de sus declaraciones (Lv 24.14); los adoradores imponían manos sobre el animal sacrificial para indicar que él tomaba sus lugares en la paga por el pecado (Lv 1.4). De manera que en la ceremonia los israelitas sabían que se estaba haciendo una transferencia espiritual.

En esta transferencia, Moisés le imparte las dos cosas más importantes que necesita para el ministerio: autoridad y dignidad. La autoridad tiene que ver con el respaldo a la vida del líder.

Aplicaciones: 
  •  La dignidad tiene que ver con la integridad de su persona. Ambos atributos tenían un propósito claro: lograr que los israelitas le obedecieran en todo.

Para pensar:

Por medio de esta ceremonia Josué se quedó con parte de la riqueza espiritual que Moisés había cultivado a lo largo de su vida. ¡Qué hermoso legado para un joven líder!

Shaw, C. (2005). Alza tus ojos. 

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