DEVOCIONAL: «Evangelio» de agresión | Lucas 9:54-55 | Christopher Shaw
"Al ver esto, Jacobo y Juan, sus discípulos, le dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma? Entonces, volviéndose él, los reprendió diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois, porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas." Lucas 9:54–55
Debemos observar que los discípulos se estaban valiendo de un precedente bíblico para la desatinada propuesta que elevaban al Señor. No entendían que el espíritu con que Elías enfrentó a los profetas de Baal era enteramente diferente al que ellos desplegaban en este momento. En aquella ocasión, el profeta confrontaba a un grupo de religiosos que servían para perpetuar la idolatría de toda una nación. En esta oportunidad, las personas simplemente no estaban dispuestas a extenderle una bienvenida a Cristo.
Es precisamente esta falta de amor lo que muchas veces no produce mayor convicción en las personas con quienes compartimos el evangelio. Ellos perciben que si no aceptan el evangelio, recibirán nuestra condenación. Entienden que no es un amor puro lo que nos mueve y por eso no conseguimos tocar sus corazones.
El rechazo inicial, sin embargo, podría ser la oportunidad preciosa que Dios nos está dando para perseverar en esa obra de amor. De seguro que les llamará la atención a ellos cuando vean que nosotros los seguimos amando, crean o no crean en las buenas nuevas que les anunciamos. Quizás esto, más que nuestra elocuencia, los lleve a eventualmente reconciliarse con el Señor.
Para pensar:
«La bondad es algo que los sordos oyen y los ciegos ven». J. Blanchard.
Shaw, C. (2005). Alza tus ojos.
