TEOLOGÍA I: LA EXISTENCIA DE DIOS | JAMES LEO GARRET
LA EXISTENCIA DE DIOS
¿Quién es el Dios revelado en la naturaleza y la conciencia más completamente por medio del pueblo del Antiguo Pacto y supremamente en Jesucristo, el Mediador del Nuevo Pacto? ¿Quién es el Dios del cual habla la Biblia?
La enseñanza sobre Dios o los dioses es central y significativa para toda religión, pues las religiones no trascienden su concepción de la deidad. Por consiguiente, la teología cristiana no tiene otra tarea más básica que explicar el ser de Dios. Karl Barth ha escrito:
La dogmática, en cada una y en todas sus divisiones y subdivisiones, con cada una de sus preguntas y respuestas, con todas sus aseveraciones bíblicas e históricas, con toda la gama de sus consideraciones formales y materiales, examinaciones y condensaciones, como tarea primera y última, como un todo y en parte, puede decir solamente que Dios “es”.
De modo similar, un teólogo metodista ha afirmado: Dios no es una de nuestras creencias religiosas; es la creencia. No es una doctrina; es el corazón de toda doctrina.
Según los teólogos cristianos, la doctrina de Dios generalmente comprende por lo menos dos aspectos: sus atributos, es decir las cualidades o perfecciones de Dios, y las relaciones internas o trinitarias dentro de su ser.En los siguientes capítulos trataremos estos temas.
El estudio de la doctrina de Dios, ¿debe comenzar con las obras o los hechos de Dios y luego proceder a las cualidades del ser divino? ¿O debe comenzar con las cualidades del ser divino? Durante la Reforma, Felipe Melanchthon enunció el siguiente dictamen: “Esto es conocer a Cristo: conocer sus beneficios.” Si se aplicara a Dios Padre tanto como a Jesucristo, este dictamen tendría como consecuencia comenzar con los hechos de Dios. Karl Barth criticó el hecho de que Melanchthon pasara por alto el ser de Dios y que luego se basara en materiales que no formaban parte de la revelación para desarrollar su doctrina de Dios. En el estudio de la revelación y la Biblia (caps. 3–12) prestamos considerable atención a los hechos poderosos de Dios o los eventos de la historia de la salvación. Debería por tanto ya ser evidente que la revelación especial o bíblica no puede ser separada de los principales hechos de la historia bíblica, así que el ser de Dios debe ser entendido a la luz de las acciones de Dios. Pero antes de comenzar con un análisis de las cualidades divinas o de los atributos debemos ocuparnos con algunas consideraciones previas. La primera es la existencia de Dios.
I. LA EXISTENCIA DE DIOS
El tema de la existencia de Dios, incluyendo tanto las negaciones como las afirmaciones de la misma, pertenece sin duda a la apologética cristiana. De hecho, los apologistas cristianos del siglo XX han hecho hincapié necesariamente en este asunto. Los exponentes y adherentes del ateísmo han estado presentes de un modo tan amplio en este siglo, que un teólogo cristiano sabio no puede pasar por alto este tema o delegárselo a sus colegas apologistas.
A. EL DESAFÍO DEL ATEÍSMO MODERNO A LA FE CRISTIANA
Durante los siglos XIX y XX el ateísmo ha tenido sus mayores expositores, quienes han presentado importantes argumentos a favor de su posición distintiva.
1. Principales exponentes
Ludwig Feuerbach (1804–72) propuso una forma “antropológica” del ateísmo. Según él, la idea de Dios era meramente una proyección del deseo de los seres humanos. Por tanto, lo que se afirma acerca de Dios (teología) es solamente una extensión de lo que se sabe acerca de lo seres humanos (antropología). Karl Marx expuso una forma “sociopolítica” del ateísmo, como mostramos arriba en nuestra indagación sobre el materialismo dialéctico. A partir de una base materialista, Marx dedujo de la historia de los conflictos de clase que la religión era una fabricación humana y un “opio” que servía los “intereses creados” de los que tenían el poder. Sigmund Freud representa en “ateísmo psicoanalítico”. La fe en Dios es una ilusión, una expresión de deseo que marca el estadio infantil del desarrollo humano.7 Jean-Paul Sartre fue un existencialista ateo. Para él, los seres humanos llegan a ser por medio de sus libres decisiones. La vida es absurda y carece de sentido excepto en la medida en que los seres humanos crean sus propios valores. Según Sartre, si Dios existiera limitaría la libertad de los seres humanos, y esto no puede ser.
2. Principales argumentos del ateísmo moderno
Sylvester Paul Schilling (1904–), después de una lectura dilatada de autores ateos y de realizar entrevistas con importantes pensadores ateos, identificó e interpretó siete argumentos principales o “bases” utilizados en el ateísmo moderno para negar la fe en la existencia o en la realidad de Dios. Es útil permitirle a Schilling que exprese claramente estos siete argumentos:
- Creer en Dios… puede explicarse como una objetivación de ideales, deseos, anhelos o necesidades puramente humanos…
- [Creer en Dios]… es de una manera u otra inconsecuente con el método científico y la visión científica de la realidad…
- [Creer en Dios generalmente significa que]… el término “Dios” carece de un significado claro y unívoco que pueda ser comunicado sin ambigüedad…
- [Creer en Dios]… es irreconciliable con el alcance y la intensidad del sufrimiento humano…
- [Creer]… en la soberanía de Dios es inconsistente con el reconocimiento del mérito, de la libertad y de la plena responsabilidad del hombre…
- [Creer en Dios]… produce pasividad frente a la injusticia y oposición frente al cambio social…
- [Creer en Dios parece imposible, pues muchas personas hoy]… que están seriamente comprometidas con los valores humanos más elevados no tienen consciencia personal alguna de Dios.
En resumen: estos razonamientos básicos en torno al ateísmo se derivan del proyeccionismo, del cientificismo, de la filosofía del lenguaje, del problema del sufrimiento, del humanismo responsable, de la injusticia social y de la experiencia de la ausencia de Dios.
B. UNA CRITICA Y UNA RESPUESTA AL ATEISMO MODERNO
1. Algunas críticas específicas al ateísmo
Hans Küng ha dirigido cuatro críticas al ateísmo:
- Todas las pruebas o todos los argumentos de los ateos más conocidos ciertamente son suficientes como para crear dudas en la existencia de Dios, pero no alcanzan como para hacer incuestionable la inexistencia de Dios…
- Los variados argumentos en contra de la religión basados en la filosofía de la historia o de la cultura implican una extrapolación hacia el futuro que en última instancia es imposible de probar…
- Los variados argumentos en torno al individuo o a la psicología social, según los cuales la religión es una proyección, se basan en un postulado que no puede verificarse ni metodológica ni objetivamente.
- También el ateísmo se alimenta de una fe indemostrable…
2. Respuestas prohibidas al ateísmo
Más allá de sus argumentos específicos en contra del ateísmo como cosmovisión, Küng advierte sabiamente a los cristianos y a otros teístas que no deben adoptarse o desarrollarse todas las posibles actitudes frente al ateísmo. En primer lugar, el ateísmo no debe “condenarse indiscriminadamente en lo moral como una apostasía intencionada frente a Dios”, pues muchas veces es el resultado de “una participación no enteramente reflexiva en el espíritu filosófico, científico, cultural de esta época” y es por tanto “más un dejarse llevar por la corriente que un abandono de la fe”. Quizá esta sea una consideración básicamente pastoral o evangelística, no primariamente apologética. En segundo lugar, el ateísmo nunca debe considerarse una “fe ‘escondida’ en Dios… como si los ateos fueran creyentes ‘secretos’ en Dios o ‘cristianos anónimos’ ”. En tercer lugar, con el ateísmo “no se juega, no se debe adularlo ni consentirlo”, como lo hicieron por ejemplo los que participaron en el movimiento de la “muerte de Dios” en la década de 1960. Las advertencias de Küng se concentran sobre cómo los cristianos u otros teístas han de entender e identificar a los ateos, y se oponen al chapotear de algunos teístas en el lenguaje y los conceptos del ateísmo.
3. Una apologética cristiana frente al ateísmo
Podemos plantear siete consideraciones en un intento de demostrar la viabilidad de la fe en la existencia de Dios:
- Muchas personas en el mundo de hoy sí creen en Dios. Por lo tanto, las aseveraciones ateas acerca de la experiencia de la ausencia de Dios tienen como mucho una validez limitada.
- Las personas que rechazan la fe en un Dios personal o no la ejercitan, tienden a absolutizar otra cosa u otra persona, transformándolas en ídolos. ¿De dónde proviene esta propensión a la adoración?
- Los mártires cristianos y otros creyentes en Dios han dado testimonio y sufrido por su fe en Dios, especialmente por medio de su Hijo Jesucristo; a pesar de que en muchos casos, el renunciar a la fe hubiera impedido su muerte o aminorado sus sufrimientos. El siglo XX ha sido el siglo del terrorífico Holocausto y el siglo en el cual, según se informa, más cristianos han muerto como consecuencia de su fe que en cualquier otro siglo de la era cristiana. ¿Puede explicarse tal sufrimiento y martirio simplemente como el fruto de una ilusión o de una proyección de deseos humanos?
- Muchos misioneros cristianos han dedicado y siguen dedicando sus vidas adultas enteras a compartir su fe en Dios con otras personas, generalmente superando las barreras del lenguaje y la cultura.
- Persiste la fe cristiana en Dios a pesar del contacto estrecho con el marxismo-leninismo y de la persecución, discriminación y presión de gobiernos marxistas leninistas. Ha habido conversiones notables al cristianismo del marxismo-leninismo (p. ej. Nicolai Berdyaev, 1874–1948 y Aleksandr Solzhenitsyn, 1918–). Los cristianos continúan en su fe y siguen compartiéndola viviendo en regímenes marxistas-leninistas.
- Los creyentes cristianos se han ocupado desde hace siglos y siguen ocupándose en ministerios que responden a necesidades humanas y alivian el sufrimiento humano. Algunos ejemplos son los hospitales, hogares para niños y ancianos, y agencias de lucha contra el hambre y ayuda en casos de catástrofes.
- Los creyentes en Cristo han trabajado y siguen trabajando para implementar reformas sociales. Algunos ejemplos son reformas carcelarias, la abolición de la esclavitud, leyes reguladores del trabajo infantil, el desarrollo de sistemas de escritura para dialectos orales, la alfabetización, escuelas cristianas, la abolición de la práctica hindú de la quema de viudas y el testimonio cristiano en contra de la guerra.
Al igual que los diversos argumentos teístas favorables a la existencia de Dios, los argumentos en contra del ateísmo no convencerán a toda persona, sean cuales sean sus actitudes o presuposiciones, pero de hecho proveen una alternativa viable al ateísmo para muchas personas pensantes.
C. EL TESTIMONIO BÍBLICO DE LA EXISTENCIA DE DIOS
- Los autores bíblicos no intentaron probar la existencia de Dios usando argumentos formales. Más bien la dieron por sentado.
- El Salmista rechazó la negación de la existencia de Dios: “Dijo el necio en su corazón: ‘No hay Dios’ ” (14:1; 53:1). Según algunas interpretaciones, el Salmista se refiere aquí al ateísmo práctico o a un estilo de vida que niega a Dios y no al ateísmo formal o teórico.
- Según el autor de la epístola a los Hebreos, la fe en la existencia de Dios es esencial para poder tener una relación correcta con él: “Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan” (11:6).
